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PARTHENOPE. COMO MATERIALIZAR UNA ESENCIA POR SAINT LAURENT

Por Marta Torra Cabau, Diseñadora de vestuario

Que Sorrentino busque la excelencia visual en cada uno de sus proyectos no es nada nuevo. Conseguir emocionar a su público con historias que nos representan a todos de alguna manera, es su máxima.

Esta vez nos presenta a Parthenope, la historia de una mujer con la que hace una oda a su ciudad natal, Nápoles, al amor y a la propia libertad.

A lo largo de la película, acompañamos a Parthenope en su viaje vital, lleno de luces y sombras, recorriendo los momentos que la conforman como ser humano hasta llegar a la culminación de su personaje.

Paolo Sorrentino pone en valor todos y cada uno de los elementos que conforman la estética de aquello que quiere contar dando especial importancia al vestuario, esta vez, de la mano de Anthony Vaccarello.

El director creativo de Saint Laurent, ha dado vida a Parthenope y a todo su entorno napolitano, con una sofisticación atemporal exquisita.

Lo ha hecho a través de Saint Laurent Productions,  una ramificación de la marca dedicada a la industria cinematográfica y la primera que apuesta por remarcar el importante vínculo histórico entre la moda y el cine. Y mientras que Vaccarello tiene un papel fundamental en cuanto a la estética visual, Carlo Poggioli ha sido el verdadero diseñador de vestuario del film. Se trata de un trabajo conjunto que mantiene el estilo y esencia de Saint Laurent por Vaccarello pero con el trabajo de ideación de Poggioli.

La película está cargada de melancolía y dramatismo. Llena de contrastes entre el lujo y la decadencia que tanto Vaccarello como Poggioli se aseguran de que quede reflejado mediante el vestuario. Pero, ¿Por qué Saint Laurent? Pues por su capacidad de hacer de la sencillez algo extraordinario. Porque representa una elegancia que parece sin querer, sin esfuerzo, natural pero que a su vez, emana una energía fuerte, valiente e incluso osada y rebelde. Con Saint Laurent se puede representar tanto la juventud desenfrenada como la madurez más sofisticada, por eso es tan versátil y por eso logra conectar con un público muy amplio.

Parthenope en dos generaciones, con Celeste Dalla Porta y Stefania Sandrelli.

Es por eso que el vestuario llama tanto la atención en esta película, porque si ya de por si es una herramienta comunicativa brutal, en Parthenope podemos ver, a través de la indumentaria, una evolución muy clara del personaje, de sus emociones y sus vivencias. Desde su juventud más inocente y atrevida hasta su madurez más compleja.

Una prenda clave en el film que representa esa juventud alocada es el vestido corto bordado, un georgette de seda plateado con un escote exagerado, que le cae con ligereza sobre su tez tostada por el sol.

A medida que la protagonista viaja hasta la vida adulta, las prendas se vuelven más estructuradas, con texturas más densas que nos indican solidez, fuerza, presencia y a su vez, los colores son más intensos y oscuros. Muy acorde no solo con la edad sino con su experiencia vital e historia familiar.

La película es contraste constante a lo que espacios se refiere. Vemos ambientes lujosos repletos de detalles y a su vez, nos muestra una Nápoles que también existe; decadente, pobre, sucia, terrenal. Un ejemplo muy claro del “blending” perfecto en cuanto a espacio y personaje que han conseguido en el film es en un paseo de Parthenope por los suburbios donde ella luce un vestido negro satinado, con un escote también muy pronunciado, y con abertura lateral acompañado de un abrigo largo de pelo sintético de visón. De primeras, el atuendo parece que no encaja en el entorno donde se encuentra pero es el material, la textura y el color de estos que hacen que todo forme parte de una misma esencia sin pasar desapercibida.

Otro detalle que no se puede pasar por alto es el look inspirado en el tesoro de San Gennaro que diseñó Carlo Poggioli y que supuso el estudio exhaustivo de las piezas que conforman el tesoro y como se podía convertir en indumentaria. Un trabajo largo y tedioso para crear una obra de arte.

Así pues, el vestuario jamás representa solamente un recurso estético sino que se trata de un lenguaje más con el que el espectador puede llegar a conectar con el personaje y su historia en un plano mucho más profundo que, a veces, es hasta inconsciente.

 

Words:@marta.tcabau

Editor in chief: @jogarciagarrido