FATIMA MIÑANA: The Art of Loss
Por Víctor Aparicio Fashion Editor Fantú Magazine
16/10/2024 – 080 Barcelona Fashion Week
El arte de esperar no es fácil, pero cuando te encuentras en la antesala de algo impredecible, la expectativa se convierte en inquietud. Sin embargo, el afán habitual que trae un desfile de FATIMA MIÑANA es como aguardar el primer aliento después de una larga inmersión, pero nada nos preparó para lo que sentimos cuando las luces se apagaron y el primer sonido retumbó en la sala. Una bulla metálica, junto a un grito desgarrador, nos hizo a todos erguirnos del asiento, atrapados en esa incomodidad adictiva que solo lxs grandes diseñadorxs saben provocar.
La colección The Art of Loss no solo habla de moda; habla de la endeblez de la vida misma. Inspirada en la obra de Egon Schiele, cada prenda es una metáfora vestible del duelo. Desde la primera aparición de una capa oscura, hasta las flores que brotan de una «herida» en el pecho de una blusa, todo está cargado de un simbolismo que no puedes pasar por alto. El duelo, la pérdida, la muerte: son ideas pesadas, pero aquí están drapeadas, deconstruidas y reensambladas con una precisión que escama. ¿Cómo convertir algo tan intangible en algo tan real? Pues bien, FATIMA MIÑANA lo ha hecho de nuevo.
Blazers cortados a la cintura, acompañados por una reinterpretación de la falda globo, pero convertida en pantalones cortos, tejido pied-de-poule estructurado que se ajusta y luego se suelta, casi como si la prenda estuviera conteniendo una emoción que al final ella misma no puede controlar.
Mientras observaba las gabardinas y los vestidos dorados, me di cuenta de que no se trataba solo de moda; era una conversación íntima entre la diseñadora y el concepto central. En cada prenda, especialmente en aquellas donde las flores parecen surgir de cicatrices, sentí que estaba viendo no solo una propuesta estética, sino un proceso de duelo, de lucha y de reconciliación.
Fatima Miñana no busca simplemente afiligranar el cuerpo femenino, sino desafiar las nociones convencionales de belleza y feminidad. La colección explora lo que sucede cuando deshacemos esos cánones y los reconstruimos desde las ruinas de nuestras propias experiencias, igual que Giacomo Leopardi relacionaba el cambio eterno de la moda con el ciclo constante de la vida y la muerte. Aquí no hay espacio para lo fugaz; The Art of Loss busca crear una elegancia que trascienda las tendencias y el tiempo, como si la moda pudiera ser una respuesta a lo inapelable.
En medio del desfile, con esas siluetas que distorsionaban el cuerpo como lo haría Schiele en un lienzo, me pregunté: ¿Cuántas veces no intentamos escondernos de la muerte, del dolor? MIÑANA no nos deja esa opción, nos enfrenta a ellos, los envuelve en formas geométricas imposibles y revela costuras abiertas como heridas que se desgarran por el peso de las emociones, y al final, nos invita a mirarlos de frente, a aceptarlos como parte de la vida.
Cada modelo caminaba como si llevara consigo el lastre de algo profundo, una especie de melancolía que flotaba en el aire y nos calaba hondo. Aquí no se trataba de impresionar; se trataba de hacernos sentir, de recordarnos que estamos vivos, aunque solo sea por un momento.
The Art of Loss no es solo una colección; es una declaración. Y cuando ya cada uno nos levantamos y dejamos el desfile, me fui sabiendo que la moda puede, y debe, ser un espejo de la vida. Y tal vez, solo tal vez, pueda ayudarnos a lidiar con la ineludible pérdida que todos llevamos dentro.
Photography by Kaiana Aizpurua for Fantú Magazine